El edificio principal fue construido en 1831 por Richard Greenall como vicaría de la iglesia de St. Matthew; es una encantadora y pintoresca construcción con ventanas de ojo de buey en algunas habitaciones y una escalera de caracol que asciende hasta la impresionante Tower Suite. El hotel ha mezclado la tradición con aquello que le gusta considerar como nueva tradición, marcada por el glamur de antaño y la indulgencia, y este estilo está presente en todo el establecimiento, de las habitaciones a los restaurantes, el spa y mucho más. Además de servicio de recepción y de salida 24 horas y ascensor, este establecimiento spa de 146 habitaciones e ideal para familias dispone de bar, restaurante e instalaciones para conferencias. También se puede hacer uso de la conexión a Internet WiFi, del servicio de habitaciones y de lavandería por un suplemento. Hay un amplio aparcamiento para los que lleguen en coche.